El Plan de Ordenamiento Territorial de Quetzaltenango (POT), aprobado desde hace cuatro años, ha tenido avances físicos lentos. Sin embargo, Karla Ruiz, de Segeplan, explica que se ha avanzado en la segunda fase. Se espera que el Gobierno impulse su ejecución para lograr que esta ciudad alcance los niveles de desarrollo en servicios visualizados de aquí a 2025.
Hace cuatro años el Consejo Municipal de Quetzaltenango aprobó el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de esta ciudad, con el apoyo de la Secretaría General de Planificación Económica (Segeplan).
De acuerdo con Karla Ruiz, se ha avanzado en la segunda fase del POT de Xela que consiste en el “Análisis de las dinámicas territoriales”. Para concluirla esperan únicamente los resultados de los estudios elaborados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Además, añade, ya se inició con la tercera fase que comprende los “Escenarios y directrices municipales”. La primera etapa comprendió la “Preparación para los proceso del POT”.
Esta metrópoli, la segunda ciudad en importancia del país, después de la capital, tiene una serie de dificultades con desórdenes en tránsito, mercados, tratamiento de desechos, entre otros. Con la implementación del POT se espera que la ciudad tenga un crecimiento ordenado y sustentable en todas sus áreas.
De acuerdo con el diseño del POT, su gran objetivo ha sido lograr que en el año 2025, la ciudad altense alcance altos niveles de desarrollo pues es una estrategia bien articulada, siempre y cuando se logre ejecutarla.
Un vistazo al Plan
Fue en agosto de 2010, cuando el Consejo Municipal dio su visto bueno en la integración de una comisión técnica, la cual estaría coordinada por la Comisión de Urbanismo, el sector de la construcción privada y ordenamiento territorial. Su trabajo consiste en formular una propuesta de ordenamiento territorial.
Con el POT se busca regular el uso del territorio y trazar las principales vías del departamento.
De ejecutarse, tiene la visión de lograr que en el año 2025, Quetzaltenango y sus pobladores, cuenten con servicios públicos eficientes e incluyentes.
En el área de Comunicaciones se prevé la transformación de redes viales con la construcción de un anillo periférico metropolitano y un aeropuerto de categoría internacional, por ejemplo.
Otro eje implica el desarrollo de políticas y acciones encaminadas a promover la industria turística en la región, así como la construcción de complejos comerciales, además de impulsar zonas agrícolas de la zona.
Quienes participan en el Plan han coincidido en que de no ejecutarse, se perderían grandes inversiones, y el futuro para Quetzaltenango sería una similitud con la capital, con los mismos conflictos de viabilidad y seguridad, entre otros problemas.
Según las autoridades municipales, los Juegos Centroamericanos y del Caribe, habrían impulsado grandemente el POT, especialmente porque se habían previsto inversiones externas de unos US$100 millones y otros Q2 mil millones que aportaría el gobierno Central. Estos recursos se destinarían a la construcción de proyectos de infraestructura, con lo cual se ordenarían las vías de comunicación y los mercados. No obstante, según Segeplan, el POT estaba diseñado con o sin Juegos Centroamericanos y deportivos.
Los ejes de trabajo e infraestructura
• Centros logísticos.
• Relleno sanitario.
• Apoyo a productores de hortalizas.
• Establecer la zona exclusiva para producir papas.
• Centro histórico.
• Aeropuerto.
• Bosques.
• Pastos y matorrales.
• Carreteras principales.
• Periférico.
• Anillo Metropolitano.
Proyectos estratégicos
• Construcción de un rastro metropolitano.
• Construcción de un parque agroindustrial y centro de acopio.
• Centro Cultural.
• Centro histórico patrimonial.
• Subestación eléctrica.
Apoyo español
En el diseño del POT ha colaborado el Gobierno Municipal de las Islas Baleares de España. Vicente Cañellas, arquitecto español, visitó el año pasado la ciudad de Quetzaltenango para brindar su asesoría a los técnicos que están a cargo de la estrategia.
En su visita, Cañellas dijo que su intención es aportar a este Plan. “Ahora estamos en la fase del plan ordenativo tras el diagnóstico; y vemos que es muy ambicioso, pero para que sea positivo debe ser aplicado por la Municipalidad”, dijo el experto.
En su visita, el profesional español dijo que el desafío principal del POT es el transporte y las inundaciones, pero consideró que será efectivo porque está tomando en cuenta las opiniones de diferentes sectores de la ciudad.
También dijo que Quetzaltenango tiene un serio problema de tránsito vehicular y de no ser solucionado se convertirá en un caos.
Las estapas del POT
I: Preparación para el proceso
En ésta etapa se define el tipo de ordenamiento territorial que se desea impulsar en el municipio y por qué. Se verifica si existen las condiciones mínimas para la realización del proceso y se determina en base al conocimiento preliminar del lugar, cuál es la problemática que se pretende resolver con la implementación de un plan de ordenamiento territorial.
II: Análisis de las dinámicas territoriales
El objetivo de esta fase es analizar información y desarrollar un acercamiento al territorio que permita comprender las dinámicas territoriales. La recolección de información requiere que el planificador reflexione y piense anticipadamente en los mecanismos más efectivos para completar esta tarea antes de comenzar a recolectar de manera indiscriminada o mecánica, sean estos relevantes o no. Por otro lado, persigue establecer una línea base confiable, considerado el primer paso para adoptar mecanismos efectivos de monitoreo y evaluación de resultados.
III: Escenarios y directrices municipales
Esta se considera la parte más interesante del proceso de planificación. Aquí es donde se preparan y presentan los escenarios futuros, posibles y deseables. Las ideas presentadas deben ser siempre revisadas de tal forma que las instancias de decisión local y sectorial, tanto públicas como privadas, puedan dar su apoyo dentro del marco legal de su competencia. Esta fase concluye con la adopción y la divulgación del Plan.
IV: Gestión e implementación del POT
En esta fase se recomienda revisar una vez más las inconsistencias y otras herramientas de planificación para armonizar las estrategias. Un elemento fundamental del POT es la elaboración de las normativas de ordenación del territorio.
Urge en Quetzaltenango
la implemantación del POT
Es con preocupación que vemos a nuestra ciudad Quetzaltenango y sus municipios cercanos, cada vez más desordenados. El plan de ordenamiento territorial (POT) es una necesidad urgente e importante para nuestra comunidad.
Sin embargo, el único plan vigente para el área metropolitana de la ciudad es el “Plan Regulador del Desarrollo Urbano-Rural del Área Metropolitana del Valle de Quetzaltenango” publicado en el Diario de Centro América el 1 de Agosto de 1983. Que, en su artículo No. 3, establece su Jurisdicción temporal hasta el año 2000. Y dice: “…Sí para el año 2000 no se hubiere emitido nuevo reglamento, continuará vigente el presente, hasta que se emita el que debe sustituirlo o sea actualizado el presente.”
El propio documento acepta su temporalidad y, por lo tanto, la necesidad de actualizarlo, modificarlo o sustituirlo. Pese a ello, a trece años de su vencimiento, aún no se ha puesto atención a la inevitable evolución del mismo.
Consecuencia de esto es que, a la fecha, se siguen aplicando conceptos retrógrados como lo son: segregar las áreas o regiones según su uso y separarlos por tamaños mínimos de lotes o parcelas. Conceptos que han probado ser erróneos en prácticamente todas las ciudades del mundo que los usaron. Producto de lo anteriormente expuesto, es que ahora tenemos una ciudad desordenada. Las condiciones de vida son cada vez más hostiles para los vecinos; delincuencia, vulnerabilidad ante los fenómenos naturales, altos costos y disminuida calidad de vida, en especial para los menos favorecidos, son el resultado.
Es necesario evolucionar hacia un concepto de uso mixto, que favorezca la densificación. Es vital darle un giro a la ciudad en busca del desarrollo sostenible. No podemos ignorar que este es un problema más importante y a más largo plazo que las emergencias municipales recientes, pero no se le ha dado la importancia y la priorización que requiere. Sin duda alguna, podrá ser la causa de los peores problemas de nuestra comunidad, en un futuro no muy lejano.
Hasta hace pocos años se inició la creación de un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) por parte de la Municipalidad, apoyado por la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN).
Esta medida era ya necesaria, pero se necesita urgentemente el compromiso preciso por parte de la Municipalidad y el Estado, en proveer de los recursos (humanos, económicos y legales) para afrontar la titánica tarea. Preocupa también que la Municipalidad no busque el consenso con los actores sociales. A partir de allí, lograr establecerlo legalmente y acompañarlo de un reglamento coherente que proporcione certeza a los inversionistas, será otra odisea que enfrentar.
Mientras tanto, la ciudad se hunde en un pantano de incertidumbre legal, donde se aplican algunos de los conceptos anticuados del Plan del ‘83, mezclados con criterios subjetivos de los actores municipales de turno. Logrando con esto, desincentivar a los inversionistas y dejar abiertas las puertas a la corrupción.