LOS PUENTES LA MODA DE INVIERNO
Se fue el verano y ahora con el invierno los puentes se ponen de moda; empiezan a salir en los periódicos como tema de actualidad y en las noticias. Se convierte en un momento oportuno para recalcar sobre temas importantes relacionados con el embate del cambio climático.
¿POR QUÉ EL MIEDO DE QUE LOS PUENTES SE CAIGAN OTRA VEZ?
Quizá ésta sea una de las primeras preguntas que el público en general y los técnicos nos hacemos. Las preguntas y las respuestas vienen al ruedo, pero para no enfrascarnos en simples excusas es necesario partir de dos premisas: 1) Los cambios climáticos han colocado a Guatemala en el segundo lugar de vulnerabilidad climática a nivel mundial. El año pasado durante la COP17, la Conferencia sobre Cambio Climático 2011, celebrada en Durban, Sudáfrica y organizada por las Naciones Unidas, se estableció que Guatemala ocupaba los primeros lugares en el índice de riesgo climático. Este índice sirve como alerta para que los países fortalezcan su defensa contra tempestades, inundaciones, sequías y olas de calor.
En el caso de Guatemala, han sido tormentas y huracanes los que han acabado con el país en tan solo algunos días. Tal es el caso de Agatha, Stan, Mitch y la más reciente 12E; 2) El tema normativo es vital, aún y cuando no exista un cambio climático tan drástico, es necesario implementar normas claras en todo el país, principalmente a través del Ministerio de Comunicaciones Infraestructura y Vivienda, las Municipalidades así como todas las asociaciones y fideicomisos que construyen infraestructura. Esta normativa además deberá actualizarse constantemente para implementar nuevos métodos de protección ante estos cambios.
¿CUÁL ES EL CAMINO A SEGUIR?
Para poder cambiar esta situación es importante mencionar que la rectoría en temas de infraestructura debe regresar a la Dirección General de Caminos.
Esto implica que no sea posible construir ningún puente sin su aval y el de sus expertos. También tenemos que ponernos de acuerdo con las normas a seguir. Estas normas se ha implementado en otros países, lo cual es un aliciente para saber que no es imposible, la mayoría de países que tienen una infraestructura que cumple con los estándares de calidad necesarios, la tienen principalmente gracias a la normativa y controles que aplican al construir; en Guatemala podríamos tener también una misma directriz para los constructores. De esta manera los diseños de puentes podrían seguir lineamientos como el LRFD (Load and Resistance Factor Design, por sus siglas en inglés) que contiene una metodología del Diseño por Factores de Carga y Resistencia. No es la intención de estas especificaciones reemplazar la capacitación y el criterio profesional del diseñador, sólo establecer requisitos mínimos necesarios para velar por la seguridad pública.
Este sistema busca reducir al máximo la socavación y las colisiones mediante redundancia y ductilidad. Un buen comienzo sería incorporar este sistema en la normativa de diseño obligatorio en el país e implementarlo en un plazo de cinco años.
¿QUIÉN DEBE HACER ESTO?
Debe ser un esfuerzo conjunto, la problemática es nacional y por tanto tenemos que participar todos, académicos, diseñadores, constructores, supervisores y autoridades. El esfuerzo ya ha empezado y solamente es cuestión de ponerse de acuerdo y obtener resultados en el corto plazo.
¿QUÉ SE PUEDE HACER EN EL CORTO PLAZO?
Velar porque se contraten empresas que tengan la capacidad instalada para construir puentes, así como confirmar que estas empresas cuenten con diseñadores con conocimientos de actualidad que puedan implementar toda la prevención ante un inminente sismo fuerte o crecida extraordinaria, y que se realice una supervisión estricta que permita tener seguridad y confiabilidad en el trabajo que realizará la empresa que se contrate.
¿CUÁNDO TENDREMOS RESULTADOS?
Si se siguieran tan solo estos pasos mencionados, en el mediano plazo contaríamos con un proceso paulatino de mejora en los resultados, el cual conlleva también un análisis de todo lo ya construido y lo que se construirá, para determinar cómo se implementa una red vial en buen estado, lista para no sucumbir ante los embates de la naturaleza. Creo que el esfuerzo será premiado a la larga por una economía nacional más segura sin la preocupación de los grandes desastres que siempre la desequilibra.