ANÁLISIS COYUNTURAL
NUEVA LEY DE VIVIENDA
NUEVA OPORTUNIDAD PARA FOGUAVI
Finalmente el Estado de Guatemala reconoce en 1996 la necesidad de otorgar un subsidio a los guatemaltecos más necesitados, así como una exención de impuestos para la compra de bienes inmuebles de hasta US$17,500.00 para aquellas familias guatemaltecas que no tuvieran bienes.
De todos es conocido que el Fondo Guatemalteco para la Vivienda (FOGUAVI) ha sido criticado muy duramente por la sociedad guatemalteca no sin razón, y han sido muchos quienes han acusado a FOGUAVI de corrupción, a lo largo de varios gobiernos. Debo comenzar por comentar que la creación del Fondo Guatemalteco para la Vivienda se da con la aprobación de la Ley de Asentamientos Humanos y Vivienda, aprobada por el Congreso de la República en 1996. La razón para su creación se basa en la propia Constitución Política de la República de Guatemala, la cual indica que el Estado de Guatemala, hasta antes de esa fecha había hecho muy poco para ayudar a los guatemaltecos de segmentos socioeconómicos populares, a la adquisición de una vivienda digna. De hecho, las leyes impositivas del país hasta esa fecha exigían a todos los guatemaltecos, el pago del impuesto al valor agregado en la compra de bienes inmuebles, sin distinguir que el IVA es un impuesto al consumo, mientras que la compra de una vivienda es una inversión.
Entonces ¿Qué sucedió? Las fallas que tuvo FOGUAVI a través de estos años fueron muy variadas, pero las principales se pueden resumir de la siguiente manera.
En primera instancia, se otorgaron anticipos de subsidios a los desarrolladores de vivienda, considerando que de esa forma, se ayudaba a que el desarrollador consiguiera el capital necesario para la construcción de la vivienda. Sin embargo, no se tomó en cuenta que el capital que se requiere para la construcción de una vivienda es mucho mayor, y lejos de ayudar a resolver los problemas de capital para el desarrollador, solo se les motivó a que se lanzaran a una aventura sin contar con el capital necesario.
Adicionalmente, no se contó con los mecanismos de control de calidad necesarios para asegurar que la vivienda fuera construida de acuerdo a normas adecuadas. Aunque el Estado cuenta dentro de su patrimonio con la experiencia de normas de calidad hechas por el Instituto de Fomento de Hipotecas Aseguradas (FHA), fueron muy pocas las viviendas que se construyeron bajo estos parámetros.
En algún momento se volvió negocio la realización de estudios socioeconómicos para los solicitantes, ya que aunque no se contaba con los recursos suficientes para dar los subsidios, se contrataban miles de estudios socioeconómicos, que con los recursos asignados por parte del gobierno año con año, tardarían décadas en poder asignarles los subsidios a todos los estudios aprobados.
Por otro lado, aunque el proceso original de pago exigía que previo al otorgamiento del subsidio, los fondos fueran depositados en un fideicomiso, esto no funcionó así en la práctica, dado que se aprobaron subsidios aunque no se contara con los fondos suficientes. Esto creó una presa de pagos pendientes, permitiendo así mas corrupción y clientelismo, ya que los procesos de pago no correspondían a las casas construidas con más antigüedad, sino se pagaban a criterio del Director de FOGUAVI.
Finalmente, el subsidio se le daba al desarrollador como si este fuera el propietario del mismo, no permitiendo que la familia guatemalteca tuviera una mayor oportunidad de elegir entre toda la oferta de proyectos, aquellos proyectos que le brindaran más oportunidades y que fueran de mayor valor para su familia.
Se ha escrito suficiente sobre los grandes problemas que aquejan a FOGUAVI, sin embargo el panorama a futuro presenta opciones de mejora para el sistema de asignación de los subsidios para la vivienda. ¿Por qué entonces la nueva Ley de Vivienda le da una nueva oportunidad a este sistema de subsidio directo?
La nueva Ley de Vivienda ordena la creación del FOPAVI, que no es más que un nuevo FOGUAVI. Sin embargo, el FOPAVI, tiene mesa limpia en el sentido que puede crear desde un principio las condiciones necesarias para evitar que esta nueva institución se convierta nuevamente en otro foco de corrupción.
Con valentía política, se puede hacer de esta nueva institución, un ente respetable dentro de sus normas, y en donde se deben establecer las siguientes condiciones:
Primero, deben de eliminarse los anticipos a subsidios. El FOPAVI no debe ser un banco, ni convertirse en un controlador de la correcta utilización de los anticipos a subsidio, que en realidad pertenecen a la familia guatemalteca a la que se le otorgó.
Segundo, el gobierno debe utilizar la amplia experiencia del FHA asegurándose que los proyectos que gocen del subsidio de FOGUAVI cumplan con las normas de calidad que ésta institución exige y que han funcionado muy bien durante mas de 50 años.
Seguidamente, debe estar prohibido aprobar estudios socioeconómicos si no se cuenta con los fondos depositados en un fideicomiso. Es un engaño para la familia guatemalteca indicarle que su subsidio ha sido aprobado, si al momento de tener que hacer el desembolso, la entidad no cuenta con fondos suficientes. Por el contrario, contar con fondos suficientes, evita actos de corrupción en el pago de los subsidios.
También debe permitírsele a la familia guatemalteca que escoja con libertad cuál es el proyecto o desarrollo inmobiliario que mejor cumple con sus necesidades.
Actualmente se está redactando el Reglamento de la recientemente aprobada Ley de Vivienda. Si se incluyen estas conclusiones, como condición para que FOPAVI empiece a funcionar, los guatemaltecos tendremos una institución que de verdad ayude a los ciudadanos más necesitados a adquirir su casa propia, así mismo coadyuvará en la generación de fuentes de empleo constantes y seguras para la construcción de estas viviendas.